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lunes, 21 de noviembre de 2011

Gimnasia perdió más que un partido (1-0)

Fue superior a su rival, pero en una jugada con pelota detenida falló y sufrió su séptima derrota de manera consecutiva.



Tal como lo adelantó El Tribuno de Jujuy en su edición de ayer, una derrota en Corrientes implicaría el adiós al técnico de Gimnasia, Salvador Ragusa. Y así fue. Cuando Donatti saltó más alto que todos e infló la red, el olor a renuncia se instaló fuerte en el muy desmejorado estadio de Huracán, donde Boca Unidos hace las veces de local.


La espera fue tensa, pero al salir del vestuario Ragusa dijo que ya no era más el DT del “lobo”, medida que tomaba para descomprimir la situación. El presidente Fernando Yécora, presente en tierras litoraleñas, agradeció el gesto y aceptó la dimisión. ¿Quién será el sucesor? Buena pregunta. Al parecer sería un técnico joven que no dirigió al club anteriormente.


En cuanto al partido en sí, en un terreno resbaladizo producto de 10 horas de lluvias incesantes, Gimnasia se acomodó mejor. Aunque faltó claridad a la hora de atacar, supo instalar el juego en el campo rival.

Pirchio tuvo una chance clarísima, tras una “habilitación” del árbitro Flavio Marquez -la pelota rebotó en él-, pero falló.


Sagarzazú fue una pesadilla por izquierda. Sin embargo, no tuvo compañía y sus avances se diluyeron una y otra vez.


El equipo jujeño no se presentó con la intención de sumar un puntito. Al contrario, fue en busca de la victoria con aciertos y virtudes. Es más, la hinchada local insultó a la Comisión Directiva en el entretiempo en un gesto de disconformidad por la producción de los "aurirrojos" en el campo.


Ya en el complemento, Boca salió un poco más y los espacios se abrieron. Entonces, el trámite ganó en emotividad. Crivelli se exigió para evitar un posible gol en contra de Soto y después el “Gato” Sessa se lució ante una guapeada de Pirchio, un delantero trabajador, pero sin la fortuna para inflar redes.


Luna, su compañero de ataque, alternó buenas y malas, al igual que Leonardo Ferreyra.
Fue Semilla Luna quien tras un tiro libre y posterior desvío llevó a que Sessa nuevamente se estirara para evitar el festejo norteño. Y al final la fortuna lo acompaño con un tiro a quemarropa de Juan Arraya.
En este dominio “albiceleste”, Boca Unidos llegó con peligro a través de un corner que Donatti cambió por festejo interminable.


Y se sabe que Gimnasia no puede levantar cabeza cuando lo cachetean. Ragusa se fue porque en el fondo es consciente que para frenar esta caída libre era necesario un cambio radical. El rosarino se fue y ahora los jugadores tienen que afrontar que no se puede seguir perdiendo.


El próximo domingo se recibirá a Almirante Brown, siendo clave al menos sumar un punto para empezar a cambiar el rumbo, en este campeonato de la B Nacional que arrancó con éxitos para el “lobo”, pero que ahora lo encuentra con una mochila pesada de siete derrotas de forma consecutiva.

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