Salir de perdedor es la consigna. Sumando un punto o los tres. Obvio que sería ideal ganar, pero la realidad -la dura realidad- que vive Gimnasia no permite ilusionarse demasiado. Entonces, el empate sirve y a partir de allí se puede pensar en el arco rival.
Esta noche a partir de las 20, en el estadio “23 de Agosto”, el “lobo” recibirá a Quilmes por la décima octava fecha de la B Nacional y última de la actual temporada. La jornada 19º pasó para el año que viene.
Está claro que las diez derrotas consecutivas que sufrió el equipo golpea a cualquiera. Y más allá de la extensa autocrítica realizada tras la caída con Sarmiento de Chaco, rival del Argentino “B” por la Copa Argentina, y que el técnico José Luis Calderón mueve el tablero, el convencimiento que se puede revertir la situación debe ser concreto y no solamente una expresión de anhelo.
“Caldera” decidió modificar inclusive el esquema táctico para alcanzar el objetivo.
Con el dibujo 4-4-2 buscará darle más seguridad a la defensa. La novedad más relevante será la presencia del juvenil Maximiliano Cavallotti en lugar de Federico Crivelli. Su buena labor el martes en el “Centenario” de Resistencia le valió ganarse la titularidad.
Las otras modificaciones serán Ignacio Sanabria por Enrique Triverio, Sebastián Díaz por Víctor Soto, Fabio Giménez por Sergio Sagarzazú (lesionado) y Rodríguez por Leonardo Ferreyra (suspendido).
Mantener el arco en cero y luego atacar será la idea.
Por el lado del “cervecero”, el entrenador Ricardo Caruso Lombardi hará una sola variante en la formación inicial que viene de empatar con el puntero Instittuto de Córdoba. Ariel Agüero se recuperó de una molestia física irá por Damián Leyes.
Quilmes necesita la victoria para seguir achicando la brecha con los de arriba.
Gimnasia se despide de su gente, soñando con quebrar la racha negra. El empate sirve y mucho más un triunfo. Lo que no se puede permitir es volver a perder. Y todos lo saben.
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